En medio del tiempo existe un espacio que no se describe ni percibe es solo un momento en el cual uno existe y no piensa más. Los sonidos vienen y van y uno mueve el cerebro lo más que pueda. Ese momento esta lleno de deseo, de entusiasmo, de euforia, de amor y odio. Secciones así de tiempo necesitamos para mantenernos vivos, para mantener el aire en nuestros pulmones, para sobrevivir. Fenómenos como este no nos deja duda de lo hermosa que es la vida y lo perfectos que estamos hechos, vemos nuestra creación llevada al máximo y tratamos de repetirla alzando la voz al aire y dejar que se pierda en oídos ajenos. Cada vez que vienen nuestro corazón se llena, nuestra vida absorbe luz y brilla al máximo. Nuesto cuerpo no lo controla y se mueve, no quiere detenerse, se mueve al compás del tiempo y el sonido.
Estoy con una gripe de porquería. Tengo un libro en mi mano que me muero por terminar pero recien lo comienzo. No tengo nada que hacer. Mañana sera el Hallowtrick, espero que la pase bien. Necesito unos tirantes blancos y pantalones blancos. Estoy pensando mucho en las cosas que digo y a quién se las digo. A veces me parece que es necesario que lo diga; sin embargo, muchas veces me arrepiento. Se que las cosas que digo no las dirá la persona que quiero que las diga. Por lo menos estoy casi seguro que las ha dicho pero, al igual que yo, se ha arrepentido. Tengo gripe y estoy muerto. El teatro hoy estuvo entretenido. Muero por actuar. Extraño ir a ver una obra de teatro, nose porque no voy. Quiero ver una película pero creo que me quedaré con el libro de Umberto Eco. Extraño ciertas cosas que nose porque razón no soy capaz de mencionar. Tal vez estas cosas sean tan estupidas como escribir esta entrada, normalmente quiero dejar en el lector una sensacion extraña a las habituales, siempre ...
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