En medio del tiempo existe un espacio que no se describe ni percibe es solo un momento en el cual uno existe y no piensa más. Los sonidos vienen y van y uno mueve el cerebro lo más que pueda. Ese momento esta lleno de deseo, de entusiasmo, de euforia, de amor y odio. Secciones así de tiempo necesitamos para mantenernos vivos, para mantener el aire en nuestros pulmones, para sobrevivir. Fenómenos como este no nos deja duda de lo hermosa que es la vida y lo perfectos que estamos hechos, vemos nuestra creación llevada al máximo y tratamos de repetirla alzando la voz al aire y dejar que se pierda en oídos ajenos. Cada vez que vienen nuestro corazón se llena, nuestra vida absorbe luz y brilla al máximo. Nuesto cuerpo no lo controla y se mueve, no quiere detenerse, se mueve al compás del tiempo y el sonido.
Siento la demora, han pasado muchas cosas que afectaron mi inspiración para terminar este pequeño cuento. A los pocos lectores que tengo: Me gustaría que comenten ya que es mi primer intento de cuento en mi vida, vale mucho si me dijeran qué es lo que faltó. Ahora ... __________ La primera imagen que pudo distinguir fue la del mismo bosque, probablemente el mismo lugar donde cayó, pero no había árbol muerto, todo era normal, todo en ese bosque era perfecto. Se dio cuenta que veía todo desde muy alto, sus ojos eran parte de un árbol en el bosque, tal vez se había convertido en uno de ellos. Podía sentir los miles años de vida de cada árbol mientras se preguntaba cómo era posible que nunca se habían caído y por otro lado qué sería lo suficientemete fuerte cómo para tumbar a uno de ellos. Sentía la brisa del bosque mover sus ramas, una y otra vez, unas veces más fuertes otras más suaves, se sentía tranquilo en medio de este bosque, no podía pasar nada malo, todo era perfecto, siempre. Y ...
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