Me he puesto a pensar que mi pequeña e insignificante vida ha pasado muy rápido hasta ahora. No me he podido detener en ningún momento a pensar en lo que realmente soy o quiero. Siento que muchas de las decisiones que he tomado han sido para satisfacer a alguien más, que mi vida depende de otros, que el servicio es lo que condena mi mente. Muchos de los cambios que han sucedido en mi vida la han cambiado por completo y no me he podido detener a pensar en lo que siento. Creo que es hora de cambiar un poco todo lo que he pensado hasta ahora, siento que siempre he creído que hacer las cosas por los demás es la mejor manera de actuar y siento que, aunque algunas cosas que haya hecho han sido para mí, un peso viene a mi espalda y me impide caminar. Es hora de pensar en mí, hacer lo que de verdad quiero, elegir las cosas que quiero, creo que es difícil, no estoy acostumbrado a hacerlo pero comenzaré ahora. Espero no olvidarme de mis palabras como he olvidado que mi vida también es para mí. No digo que me convertiré en un ser totalmente egoísta (como creo que es como me ven muchas personas), muchas veces hice las cosas por pensar en los demás y no sentí mucha satisfacción al respecto, creo que debemos balancear nuestros actos. Me siento melancólico y triste, extrañaba escribir.
Siento la demora, han pasado muchas cosas que afectaron mi inspiración para terminar este pequeño cuento. A los pocos lectores que tengo: Me gustaría que comenten ya que es mi primer intento de cuento en mi vida, vale mucho si me dijeran qué es lo que faltó. Ahora ... __________ La primera imagen que pudo distinguir fue la del mismo bosque, probablemente el mismo lugar donde cayó, pero no había árbol muerto, todo era normal, todo en ese bosque era perfecto. Se dio cuenta que veía todo desde muy alto, sus ojos eran parte de un árbol en el bosque, tal vez se había convertido en uno de ellos. Podía sentir los miles años de vida de cada árbol mientras se preguntaba cómo era posible que nunca se habían caído y por otro lado qué sería lo suficientemete fuerte cómo para tumbar a uno de ellos. Sentía la brisa del bosque mover sus ramas, una y otra vez, unas veces más fuertes otras más suaves, se sentía tranquilo en medio de este bosque, no podía pasar nada malo, todo era perfecto, siempre. Y ...
Comentarios
Publicar un comentario