Me he puesto a pensar que mi pequeña e insignificante vida ha pasado muy rápido hasta ahora. No me he podido detener en ningún momento a pensar en lo que realmente soy o quiero. Siento que muchas de las decisiones que he tomado han sido para satisfacer a alguien más, que mi vida depende de otros, que el servicio es lo que condena mi mente. Muchos de los cambios que han sucedido en mi vida la han cambiado por completo y no me he podido detener a pensar en lo que siento. Creo que es hora de cambiar un poco todo lo que he pensado hasta ahora, siento que siempre he creído que hacer las cosas por los demás es la mejor manera de actuar y siento que, aunque algunas cosas que haya hecho han sido para mí, un peso viene a mi espalda y me impide caminar. Es hora de pensar en mí, hacer lo que de verdad quiero, elegir las cosas que quiero, creo que es difícil, no estoy acostumbrado a hacerlo pero comenzaré ahora. Espero no olvidarme de mis palabras como he olvidado que mi vida también es para mí. No digo que me convertiré en un ser totalmente egoísta (como creo que es como me ven muchas personas), muchas veces hice las cosas por pensar en los demás y no sentí mucha satisfacción al respecto, creo que debemos balancear nuestros actos. Me siento melancólico y triste, extrañaba escribir.
Prestigio? Exito? Experiencia? Dinero. Amistad? Amor? Fidelidad? Indiferencia. Respeto? Responsabilidad? Entrega? Pereza. Las palabras que hablamos se van de a pocos, las decisiones que tomo reflejan quien soy, las gotas se vuelven mares, el mar, un océano. Para qué tener cuando necesitas perder, para qué tomar cuando necesitas dejar, para qué pensar cuando necesitas hacer. No somos uno, somos hipócritas, Somos dos, y somos cobardes. Cómo sanar una herida si no está? Cómo sangrar si no se sufre? Cómo dormir si quiero escapar? Cómo confiar y jugar si no existen reglas?
Comentarios
Publicar un comentario