¿Qué tan difícil es controlarse? A veces creemos que cuando el momento llegue no nos dejaremos llevar y nos frenaremos a pensar dos veces las cosas y no tomaremos una decisión precipitada. Pero cuando es la hora de probar nuestra fuerza, nuestra voluntad se muestra débil y nuestros pensamientos vuelan por los cielos buscando sueños para creer.
La noche anterior soñé y el sueño fue increíble. El viernes me desperté con ganas de sonreír y seguir soñando. La coincidencia de la cual me enteré horas después me dejó con una sensación extraña. Sé que no debemos buscar conexiones a eventos completamente independendientes, que la suerte no cambia y que hay muchas cosas en el exterior para analizar y que debemos aceptar la realidad tal y como viene, si lo que te gusta no es para ti debes ignorarlo, pero mi voluntad se hizo débil otra vez.
¿Qué hago ahora? El tiempo pasa demasiado lento cuando pienso en estas cosas y no quiero que el tiempo haga del vacío, un agujero inmenso en mí. La ventaja es que la decepción fue temprana y que ya la veía desde lo lejos, pero ¡qué difícil es controlarme!
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