La vida esta llena de cosas inolvidables. Lo peor de todo es que nosotros solo podemos limitarnos a recordarlas. No podemos volver a vivirlas. Las recordamos con amor. Extrañamos esas pequeñas cosas como un beso un abrazo, una palabra o un beso. Pero nuestra mision en el mundo es buscarlas una y otra vez, volverlas a vivir, hasta encontrar a esa persona que será todos los momentos felices necesarios para poder morir ahi mismo. Pero no podemos pasar nuestra vida pensando en su llegada, cada perona especial que tendremos en la vida debe ser la unica que tendremos siempre. Debemos quererlos como si no fueran a existir otras, aunque sea mentira, debemos mentirnos para encontrar el verdadero amor, debemos dar todo en todo momento para poder perder todo, siempre, hasta que finalmente podremos ganar la verdadera felicidad, resultado de un amor verdadero.
El mundo que percibimos esta en cierto orden. La naturaleza, los fenómenos, la rutina, Dios son los que asientan este precepto en nuestra vida. El orden de las cosas representa la concepción que tenemos del mundo. Sin embargo este orden tiene variantes, nosotros nos limitamos a ver una perspectiva de ésta realidad, cosas tan simples como una estatua en un parque, el camino que forman un par de faroles, dos árboles encontrándose en medio de un espacio ocupado por la simple brisa de la tarde, son las que constituyen el orden de nuestra realidad. Pero todos estos factores forman la realidad como conjunto, pero si uno de ellos cambia por razones que solo Dios puede explicar, el orden que percibimos cambia drásticamente y nuestra vida no será igual nunca más. El cambio es producto de la muerte del tiempo que pasó. A pesar de esto, no somos capaces de captar todos los objetos que constituyen el orden de nuestra realidad, muchas veces vemos un paisaje y cada vez encontramos algo nuevo. Es lo ...
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