Puedo contar los segundos que he estado en ese estado. Puedo recordar cada uno de ellos. Puedo pensar en ellos infinitamente. Puedo hacer todo esto, pero aún no puedo entenderlo. Siento que algo ha pasado y siento que me muero porque continue pero no entiendo lo que viene, no entiendo. Tal vez solo tenga que esperar, seguir como he estado, tratando de sobrevivir. He llegado al punto en que solo esta esperanza es lo que me sostiene, no quiero perderla. Espero ir en el buen camino. Me he rendido, por completo, no soy nada frente a tí. Ahora no tengo miedo de decirlo.
El mundo que percibimos esta en cierto orden. La naturaleza, los fenómenos, la rutina, Dios son los que asientan este precepto en nuestra vida. El orden de las cosas representa la concepción que tenemos del mundo. Sin embargo este orden tiene variantes, nosotros nos limitamos a ver una perspectiva de ésta realidad, cosas tan simples como una estatua en un parque, el camino que forman un par de faroles, dos árboles encontrándose en medio de un espacio ocupado por la simple brisa de la tarde, son las que constituyen el orden de nuestra realidad. Pero todos estos factores forman la realidad como conjunto, pero si uno de ellos cambia por razones que solo Dios puede explicar, el orden que percibimos cambia drásticamente y nuestra vida no será igual nunca más. El cambio es producto de la muerte del tiempo que pasó. A pesar de esto, no somos capaces de captar todos los objetos que constituyen el orden de nuestra realidad, muchas veces vemos un paisaje y cada vez encontramos algo nuevo. Es lo ...
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