He estado estudiando para Lengua 1 el discurso del Partido Nacionalista Peruano. El partido es, por si no lo saben, liderado por Ollanta Humala. No sabía lo que Ollanta haia hecho en Locumba el 2000: Se levanto en contra de la dictadura de Fujimori, siendo Tnte. Coronel del ejército, para defender la democracia, defender los derechos de todo0s nosotros como ciudadanos, se levantó contra la cúpula corrupta del ejército, se levantó por el "pueblo". Esa fue la primera vez que se oyó mencionar el Nombre Ollanta Humala. Fue entonces donde presento su "etnocacerísmo", inspirado en las acciones heroicas de A. A. Cáceres mezclado con ideas nacionalistas que presentaba Mariategui. Yo tenía 8 años. No tenía idea de lo que sucedía en el país, me interesaba ver Dragon Ball y Power Rangers.
Me parece que esta marcha significó mucho para aquellas personas olvidadas en la serranía peruana. Ésas personas encontraron por fin alguien que mencione su nombre. A Ollanta no le importó las concecuencias. Leer sobre esto me hizo ciertas cosas.
Ollanta Humala, luego, fue enviado a París y es ahí donde estudia Ciencias Políticas. Vuelve al Perú y se manda a la presidencia. Es un militar, creo que la marcha fue buena, pero él quería más, se instruyó para poder competir contra grandes partidos y poder llegar al poder. Entonces, me puse a pensar si la marcha fue el primer escalón para llegar a ser elegido presidente ¿lo habría planeado? Talvez no. Talvez, lo hizo porque de verdad quería defender al pueblo, pero luego algo le dijo que podía tener más, que podía llegar al poder, que sólo de esa forma sus anhelos de vivir en una sociedad justa se iban a realizar. Al final se convirtió en un político más: lleno de promesas, lleno de discursos, lleno de ideas perfectas, soluciones utópicas, palabras, lleno de ambición justificada en una supuesta lucha por la justicia social.
Mi papá me hizo pensar en este punto: para poder realizar un cambio social, un cambio ideológico, un cambio para el bien de todos los ciudadanos, un cambio justo, un cambio "democrático" ¿Es acaso el único camino llegar a la presidencia? ¿Es de verdad necesario estar en la cúpula para cambiar el país?
Mi respuesta es NO. No necesitamos ser presidentes para que las personas nos respetemos, no necesitamos ser presidentes para que todos nosotros DE VERDAD defendamos la justicia social. Esto me hizo cambiar por completo, mi padre cambio el rumbo de mis proyectos futuros, ya no quiero ser presidente. La única razón por la que quería serlo era hacer justicia en el Perú, era limpiar con la corrupción. Pero así como Humala pudo levantarse frente a una dictadura, yo puedo levantarme frente al racismo, frente a la injusticia, frente a el irrespeto ecológico, frente a lo malo en el mundo. No necesito ser presidente, solo necesito convicción. Debemos juntarnos todos y hacer la diferencia. Nosotros somos la raíz del Perú, si nosotros cambiamos para bien, si nosotros nos reconocemos como seres iguales, si nosotros nos respetamos como ciudadanos, cambiaremos el Perú. No necesitamos que el presidente resuelva el problema del olvido andino, SI NOSOTROS NO NOS ATREVEMOS A PENSAR EN LO QUE SUCEDE EN LA SIERRA Y SELVA NADIE LO HARÁ. Si nos olvidamos de las personas de los pueblos más pobres, nadie podrá saber de su existencia, y los políticos aprovecharán en olvidarlos también! Si nos reímos de ideas útopicas como vivir en una comunidad donde todos somos iguales y donde todos vivimos felices juntos, donde todos nosotros nos vemos a los ojos y no vemos color de piel, NADA cambiará, el pobre seguirá pobre y marginado, condenaremos a todas estas personas a vivir lo que les tocó vivir, les haremos creer que dependen de otras personas para que su vida cambie.
Depende de todos y de cada uno de ellos realizar el cambio y la aceptación social universal.
Me parece que esta marcha significó mucho para aquellas personas olvidadas en la serranía peruana. Ésas personas encontraron por fin alguien que mencione su nombre. A Ollanta no le importó las concecuencias. Leer sobre esto me hizo ciertas cosas.
Ollanta Humala, luego, fue enviado a París y es ahí donde estudia Ciencias Políticas. Vuelve al Perú y se manda a la presidencia. Es un militar, creo que la marcha fue buena, pero él quería más, se instruyó para poder competir contra grandes partidos y poder llegar al poder. Entonces, me puse a pensar si la marcha fue el primer escalón para llegar a ser elegido presidente ¿lo habría planeado? Talvez no. Talvez, lo hizo porque de verdad quería defender al pueblo, pero luego algo le dijo que podía tener más, que podía llegar al poder, que sólo de esa forma sus anhelos de vivir en una sociedad justa se iban a realizar. Al final se convirtió en un político más: lleno de promesas, lleno de discursos, lleno de ideas perfectas, soluciones utópicas, palabras, lleno de ambición justificada en una supuesta lucha por la justicia social.
Mi papá me hizo pensar en este punto: para poder realizar un cambio social, un cambio ideológico, un cambio para el bien de todos los ciudadanos, un cambio justo, un cambio "democrático" ¿Es acaso el único camino llegar a la presidencia? ¿Es de verdad necesario estar en la cúpula para cambiar el país?
Mi respuesta es NO. No necesitamos ser presidentes para que las personas nos respetemos, no necesitamos ser presidentes para que todos nosotros DE VERDAD defendamos la justicia social. Esto me hizo cambiar por completo, mi padre cambio el rumbo de mis proyectos futuros, ya no quiero ser presidente. La única razón por la que quería serlo era hacer justicia en el Perú, era limpiar con la corrupción. Pero así como Humala pudo levantarse frente a una dictadura, yo puedo levantarme frente al racismo, frente a la injusticia, frente a el irrespeto ecológico, frente a lo malo en el mundo. No necesito ser presidente, solo necesito convicción. Debemos juntarnos todos y hacer la diferencia. Nosotros somos la raíz del Perú, si nosotros cambiamos para bien, si nosotros nos reconocemos como seres iguales, si nosotros nos respetamos como ciudadanos, cambiaremos el Perú. No necesitamos que el presidente resuelva el problema del olvido andino, SI NOSOTROS NO NOS ATREVEMOS A PENSAR EN LO QUE SUCEDE EN LA SIERRA Y SELVA NADIE LO HARÁ. Si nos olvidamos de las personas de los pueblos más pobres, nadie podrá saber de su existencia, y los políticos aprovecharán en olvidarlos también! Si nos reímos de ideas útopicas como vivir en una comunidad donde todos somos iguales y donde todos vivimos felices juntos, donde todos nosotros nos vemos a los ojos y no vemos color de piel, NADA cambiará, el pobre seguirá pobre y marginado, condenaremos a todas estas personas a vivir lo que les tocó vivir, les haremos creer que dependen de otras personas para que su vida cambie.
Depende de todos y de cada uno de ellos realizar el cambio y la aceptación social universal.
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